Viaje de verano 2019: Mallorca


Día 1

El sábado 1 de junio quedamos en la plaza de San Agustín de Murcia a las 9 de la mañana para coger el autobús con rumbo al aeropuerto de Alicante. Antes de coger el avión nos dijeron en el aeropuerto que tenían que hacer una prueba rutinaria de control de acceso, por lo que tuvieron que cachear a algunos de los miembros de la expedición, a una monitora, a un compañero y a mí. En el vuelo lo pase bastante mal ya que era mi primer viaje en avión. Menos mal que tenía a los monitores sentados cerca de mi para darme ánimos. El vuelo duró poco, apenas una hora. Al llegar fuimos directos al hotel para descansar y vaciar las maletas. Por la tarde, pudimos disfrutar de las instalaciones del hotel, sobre todo de la piscina.

Día 2

El domingo nos levantamos temprano para poder asearnos y bajar a desayunar con tiempo. Había una gran variedad para todos los gustos. Fue muy curioso ver a personas de otras nacionalidades desayunar legumbres. Después fuimos a la piscina del hotel para pasar la mañana relajados. Luego comimos y nos fuimos a las habitaciones a echar la siesta. Por la tarde fuimos al poblado talayótico de S'illot. Eran unas ruinas flipantes, pero hacía mucho calor. Por la noche, después de cenar, nos fuimos a dar un paseo por la costa y disfrutar de la brisa nocturna.

Día 3

Nos levantamos temprano para desayunar y coger energía pues nos esperaba una larga caminata hasta el Castillo de N'amer, que estaba a 3 kilómetros y medio del hotel. Para mí, parecían 10 kilómetros como mínimo. La caminata seguía por toda la zona costera y pudimos disfrutar de las vistas del mar y los bosques, porque, para llegar al castillo teníamos que cruzar por una granja de caballos y pasar por un bosque cercano. Cuando por fin llegamos al castillo, unos decidieron entrar a verlo y otros se quedaron fuera para descansar. Pasada una hora nos pusimos en marcha para regresar al hotel. El paseo se nos hizo muy ameno, más corto que a la ida. Llegamos al hotel reventados y con ganas de ducharnos, comer y descansar. La mañana fue un poco dura, pero lo pasamos muy bien. Por la tarde descansamos, lo teníamos merecido, y a la noche, después de cenar, disfrutamos con la actuación de un dj para amenizar la velada.

Día 4

Tras desayunar temprano, nos fuimos a la playa a darnos un baño y disfrutar de las vistas de la costa y admirar el azul cristalino del agua. Daba gusto estar allí. Estuvimos toda la mañana hasta que se hizo la hora de hora de volver al hotel para comer y descansar un rato. Por la zona del hotel había muchas tiendas de recuerdos y souvenirs. Nosotros nos partíamos de risa viéndolos. En una de las tiendas, la dueña no paraba de gastarnos bromas para que compráramos. La tarde fue más tranquila. Por la noche, después de cenar, había una mujer cantando en el hotel. Algunos de nosotros nos pasamos a ver el concierto. No paramos de cantar y bailar.

Día 5

Este día era especial, era el día de ir a las Coves del Drach. Teníamos que ir en autobús hasta Porto Cristo porque estaba un poco lejos para ir andando. Como no teníamos que entrar hasta las 2 de la tarde, se decidió dar un paseo por la zona hasta que se hiciera la hora. Una vez dentro, no parábamos de hacer fotos. En un momento dado, se empezó a escuchar música clásica. Cuando terminó el concierto salimos de la cueva montados en unas barcas. La tarde la pasamos en la piscina, descansando.


Día 6

Por la mañana seguimos la misma rutina de los últimos días, pero esta vez teníamos por delante una buena caminata por las playas de la zona. El baño fue estupendo, lo pasamos genial jugando al 1x2 con una de las pelotas que había comprado un compañero. La mañana se nos hizo corta. Al poco rato, comimos y descansamos para coger fuerzas para volver a salir a dar un paseo por el pueblo. Algunos aprovecharon para comprar algunos recuerdos y souvenires. La tarde fue tranquila y la noche, sin novedad.

Día 7

Hoy teníamos previsto conocer a los compañeros de una asociación de salud mental de Manacor. Estuvimos dando un paseo por la zona de la costa. Fue un gusto conocerlos, estaría bien que ellos vinieran a Murcia para conocerla y que nosotros se la enseñáramos. Por la tarde estuvimos en el hotel disfrutando de la piscina. Esa noche se celebraba el cumpleaños de un compañero y haríamos una fiesta ibicenca, para lo que teníamos que ir vestidos de blanco. Después de la cena, pasamos un buen rato cantando y riendo en el karaoke del hotel. Al final de la noche nos reunimos todos para dar por finalizado el viaje. Entre risas, los monitores nos entregaron unos diplomas.

Día 8

El último día nos teníamos que levantar temprano para poder ducharnos, desayunar y volver a las habitaciones para revisar que no nos dejáramos nada. Después de comprobar que no nos habíamos dejado nada olvidado, bajamos a la recepción del hotel, entregamos las llaves y cogimos el autobús para ir al aeropuerto a coger el vuelo de regreso a Alicante. Cuando bajé del avión hice lo mismo que el Papa, besar el suelo. Ya solo nos quedaba coger el último autobús con destino a Murcia. Al llegar a Murcia nos estaban esperando nuestras familias con los brazos abiertos y llenos de alegría



Escrito por Pedro Antonio Fernández Herrera





















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